Son charlas cálidas en invierno en un bar con bebida en mano, en taburetes de madera y en una barra americana. Quererse, ya sea de una forma romántica o amistosa, significa arroparse los miedos, sentir que hay una chimenea entre tanta nieve y una manta a tus pies para que nunca se enfríen. Quererse significa pedir el deseo de que esa persona a la que se besa siempre esté bien y que tus ojos siempre sean testigos. Significa soplar pestañas en su nombre y en el tuyo, estamos hablando de cualquier tipo de amor, y el propio es el primero.

Quererse significa cumplir sueños juntos y avanzar sin tirar la toalla a primera de cambio, significa hacer poesía con una mirada y un “¿estás bien?” a tiempo, quererse son abrazos cuando más los necesitas y cuando menos los esperas, son besos en la frente y cerrar los ojos. Quererse significa sangrar por cada uno de tus ventrículos y derramar la sangre por el tendedero de tus costillas, dejar llover la cama y asomarte al hoyo de sus labios para inhalar aire puro. Significa ir al lado de alguien y disfrutar del paisaje juntos. Significa poder y no querer desprenderte de sus huellas dactilares sobre tu espalda ni del rastro de saliva que sus besos han dejado en tus mejillas, volver una y otra vez por los pasos como un bailarín en un escenario. Significa que aunque a veces duela, su sonrisa puede hacer que todo ese punzamiento que se instala en tu corazón de vez en cuando se desvanezca. Querer significa ver a esa persona y descubrir que no hay tierra suficiente en este mundo ni mar suficientemente grande que pueda medir toda la magia que se enreda en tu pecho, no hay camino suficiente para ejemplificar cómo despierta tu piel cuando le coges de la mano ni universo suficientemente capaz de superar lo que hallas al tumbarte con la cabeza en su vientre.

Me haces cosquillas y al cerrar los ojos, nos convertimos en dos niños que juegan a ser mayores, y nos reímos mientras cae la noche, y no te has ido y mis brazos ya echan de menos tu espalda, me gusta cuando callas y encajas tu mentón sobre mi cuello, como dos piezas que esperaban con ansias encontrarse y que conectan debido a sus esquinas astilladas,
y entonces se forma un silencio abismal en la habitación, y no hay nada más bonito de quererse que, a pesar de haber silencio,
saber que estás ahí.

Quererse significa
ser tú mismo
con alguien más.
Querer surge
cuando te veo de nuevo.

Daniel Sánchez.