Esto no es un poema más, amor,
es una llamada de atención de armas tomar
y mucho valor.
He decidido que es tiempo de mirar,
poder quererme con mucho calor,
pasear entre las sábanas delante de ti
y no marearme con ellas cuando decidas tocar.
He tirado a la basura todo lo que tengo de rencor,
y me he abrazado los huesos con todo aquello que debe sobrar,
ahora te quiero y siempre te querré, es lo que quiero decir al espejo con fulgor,
cuando mi cuerpo decida que es hora
de aullar.
Que la sal veraniega se regocije en todos mis rincones como un opresor,
y que una toalla no pueda con lo que puedo esconder en mi pensar,
aprieta la cuerda,
quiero que se vaya este dolor.
Daniel Sánchez
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EL BAÚL DE LAS VIDAS 