CONGESTIÓN EMOCIONAL

No sé si el concepto del título de este post lo he escuchado en algún lugar o me lo he sacado de la manga… Lo que sí sé es que estoy en proceso de una congestión tanto física como emocional. Escribo esto mientras en mis oídos se escucha Vetusta Morla y el metro decide frenar y arrancar a trompicones. He pasado al boli y papel desde que a mi ordenador también le entró una congestión –física o emocional, eso solo lo sabrá él- y dejó de funcionar. Durante mi congestión, he aprendido demasiadas cosas y, como resultado, mis ojos parecen otros en esencia.

He aprendido que aún hay gente que regala palabras al viento donde, en París, se confunden con las nubes grises que terminan en diluvio. He aprendido a «quién sí y quién nunca», a decir “a la próxima”, a tener calma en mi interior a pesar de estar en una ciudad donde la prisa es el primer punto del día. He aprendido a estar bien cuando estoy mal, a no abandonar sueños y guardarlos todos en una mochila que no tiene fondo. A valorar lo que algún día no valoré y a afianzar, aún más, mis valores, claros desde el punto inicial. Y a día de hoy, he pensado que quizá mi problema sea tener esos valores míos tan arraigados, pero gracias a eso he aprendido que la gente que carece de valores no puede entrar en mi vida, al menos por un periodo largo. He aprendido a decir “no” cuando es “no” y a mantener mis decisiones firmes. He aprendido a hablar las cosas y a decir cómo me siento en los diferentes momentos del día.

05ce55745c1fbed8f966a3722b4d17cc.jpg
Pinterest.

Desde que me mudé, mis sentimientos se encuentran a flor de piel. Aquí todo es un mundo; bueno, regular o malo. Durante estas semanas me he cultivado un poquito más y le he quitado importancia a cosas que no se la merecen. Me he agrandado por dentro y finalmente, he conseguido estar bien conmigo mismo. He abierto los ojos y he decidido desgarrarme el corazón para sentir a pleno sentimiento y gritar a pleno pulmón.

3c49d7122a98844b8c7815ecd7e9eee3.jpg
Pinterest.

El otro día me preguntaron si me imaginaba mi vida en París como la estoy viviendo, y sin saber porqué, mis dudas empezaron a arremolinarse en mi cabeza y dije que no. Le dije que me la imaginaba más… Y esa persona terminó la frase leyendo mi mente: “Bohemia”. Y entonces, me habló de conciertos de jazz, de exposiciones y de mil cosas más, y seguramente que se calló otras mil más porque la mañana de resaca no nos dejaba estar muy lucidos y el tiempo apremiaba. Y entonces me hizo reflexionar sobre la verdadera esencia de París y en cómo he podido pensar que en dos meses la iba a descubrir… Si ni siquiera he descubierto la mía en casi veintidós años que tengo. Y tras una semana de este acontecimiento, he sentido cómo todo va cambiando, cómo entra gente nueva en tu vida, cómo te sorprende cada día todo lo que te rodea… Cierto es que no me imaginaba mi vida así… Quizá hasta la vida me esté sorprendiendo y vaya a mejor. Quizá haya tenido que acabar aquí para hacer lo que siempre quise… Buscar inspiración entre ese París de artistas, vivir como bailamos en un momento de éxtasis. Sentir como si no nos fueran nunca a hacer daño… En definitiva, vivir con todo lo que eso conlleva, pero vivir. Perdernos mil veces, tanto literal como metafóricamente, y saber encontrarnos. Perder trenes y saber buscar la manera de cogerlos para atrapar nuestros sueños y meterlos en la mochila sin fondo. Acumularlos y cumplirlos. Soñarlos y amarlos. Vivirlos.

114d93111aa3cece712d45267d7476be.jpg
Pinterest.

París se ha convertido en mi tierra de sueños… Se ha convertido en mi tierra de sueños para crear nuevos y para cumplir los viejos. Y aquí me he dado cuenta que me he enamorado, y no de nadie, sino de la vida. He descubierto que vivo en un enamoramiento continuo y que mi corazón siempre siente lo que un enamorado siente al ver a su persona amada. Simplemente que yo no he sentido eso por nadie sino por algo, y es por todo lo que tengo en mente y que voy a poner en marcha en muy poco tiempo.

Y eso también he descubierto que se llama poner el corazón en lo que haces… Amar lo que haces y si amas algo, vas a por ello y lo traes, y lo luchas. Lo mimas y lo cocinas a fuego lento. Le soplas las heridas y lo preparas para todo esto que llamamos vida. Poner el corazón en lo que haces es fundamental. Si te gusta algo, pon el corazón en ello y siente a rabiar… Siente hasta doler porque el dolor también es bueno. Y ya no solo en la vida, en proyectos y en tu trabajo… Ve y conoce a alguien y no le digas: “Te quiero”, dile: “Me dueles”. Me dueles por debajo del pantalón, me dueles en la boca, me dueles en las manos… Me dueles en el corazón y en las entrañas. Y aún así, sigue un poquito más porque me dueles bonito. Porque eres dolor, pero cura al mismo tiempo. Porque compartir la ilusión de una nueva vida, de tus gustos, de lo que te apasiona… Eso que te hace chiribitas en los ojos. Compartir la emoción, la energía, las ganas y el entusiasmo sin ni siquiera decir una palabra con alguien puede llegar a ser maravilloso. Y ahí te darás cuenta que sientes y dueles al mismo tiempo. Quédate con esa persona a la que le brille los ojos cuando de tu boca salga una sonrisa. Quédate con quien te duela primero y te alivie luego. Quédate con quien tenga las manos frías porque manos frías, corazón ardiente… Quédate con quien te haga ser. 

86ad4aaa1d20fa05846ae34ed8277890.jpg
Pinterest.

Porque en la vida como en el amor hay dolor; y si la vida, que es amor, no te duele es que algo no estás haciendo bien. Déjate doler y luego déjate sanar. Y ve a por todas en cada una de las situaciones de tu vida. No valen las excusas, de verdad. Aquí se puede cocinar a fuego lento, pero toma las decisiones sin dudarlas. Arrepiéntete de lo que has hecho y no de aquello que no tuviste valor para realizarlo. Porque algún día girarás la cabeza y podrás decir: “Lo conseguí”. Exprime al máximo los momentos y las compañías cálidas. Me he dado cuenta que el tiempo pasa demasiado rápido como para andarse con rodeos y dejar pasar oportunidades. Hay que coger el tiempo y jugar con él, nunca dejarlo pasar. 

Y recuerda que para conseguir aquello que quieres,

tendrás que escuchar muchos:

«No», y algún día,

escucharás un:

«Sí». 

339172aa12d495d3b8550a3e82f5894c.jpg
Pinterest.

-S.D.

Sígueme en:

https://www.facebook.com/elbauldelasvidas2

https://www.instagram.com/elbauldelasvidas

2 Comentarios

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.