TENLO EN CUENTA

Ten en cuenta esto para cuando sientas que el vaso está medio vacío y aun así te estés ahogando. Respira y cierra los ojos. Crea un paisaje en tu mente con lo que más te guste. Coloréalo y mírate a ti sonriendo. Siendo feliz.

Cuando abras los ojos, intenta ver que el vaso ya no está medio vacío sino medio lleno, y a pesar de que el agua haya aumentado, tu sensación de ahogo habrá disminuido. A veces es cuestión de parar y respirar.

Todo lo que piensas y sueñas es posible. Solo necesitas cambiar tu perspectiva de las cosas; imagínate a ti sonriendo, y eso ya será suficiente para que tu cerebro se ponga manos a la obra y libere las hormonas de la felicidad que te harán sonreír a ti. Esa sonrisa que imaginabas se habrá convertido en un hecho real. Y sonreirás con todos tus dientes al descubierto. Con todo tu corazón abierto. Con toda tu autoestima alta. Todo es cuestión de tiempo y de ganas. Muchas veces, tocamos aquello que queremos con las yemas de nuestros dedos. Sólo nos hace falta impulso, y ganas.

Ten esto en cuenta para cuando te enamores. Enamórate con todas tus fuerzas y con todo tu corazón. Deja los miedos aparte y mantén la ilusión lo más alta que puedas. Mantenla viva y cuida la llama. Haz que tu corazón esté caliente y tus manos se conviertan en cubitos. Siempre son mejores una manos frías con un corazón caliente que manos calientes con un corazón frío. No dejes que tu corazón se enfríe pues en ese caso todo irá de mal en peor. ¿Qué somos sin sentimientos? ¿Qué sentido tiene vivir si reprimimos lo que sentimos?

Bebe café caliente si ves que en tu corazón empiezan a salir estalactitas. Derríbalas todas y prepara una hoguera donde las llamas del fuego lleguen hasta el cielo. Donde toquen las estrellas y la luna. Creando infinidad de brillos mientras os salvaguardan del frío y de la oscuridad. Donde no haya nada más que los brillos que iluminen la ilusión. Vuestra ilusión. Y que no se os olvide: vuestras ganas. Las ganas del uno por el otro. 

Ten esto en cuenta por si algún día decides rendirte. Por si algún día todo te sale mal y no ves escapatoria. Ten en cuenta que no todo está en un extremo. Que de un extremo a otro hay un camino con mil formas diferentes. Que, a veces, eso que nos ha tenido en vilo toda la noche no tiene ni la mitad de importancia que le otorgamos. En caso contrario, es decir, aquello que sí tiene importancia, en ese caso, intenta no abandonar. La vida no es fácil, pero podemos allanar de vez en cuando el camino. Sin embargo, otras veces nos es imposible arrancar todas las rocas del trayecto. Entonces, salta. Salta de roca en roca. Si te cansas, haz una parada. Pero que esa parada sea para reponer fuerzas, para resolver problemas internos. O simplemente, para descansar y poner la mente en blanco. Por el placer de no hacer nada que es tan famoso en Italia. Disfruta de la naturaleza, de la vida, de aquello que bebas y comas. Disfruta de la brisa que eriza tu piel. Juega y enrédate con las sensaciones. Con la música y las palabras. Disfruta de ti. De todos y de todo.

Y cuando decidas reanudar el camino y llegue algún momento en el que tropieces, vaciles y te caigas…

Supongo que ya sabes lo que sigue:

levántate.

-S.D.

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