-Me dijo que volvería -murmuró mientras removía el café aguado con la cucharilla-. Pero debe sufrir amnesia.
-¿Amnesia? -preguntó arqueando una ceja.
-En el corazón…
-Pero… ¿Y qué hay de ese instante en el que os besasteis y sentiste tanto que no sabías cómo explicarlo?
-Eso, ya ves, fue tan solo un instante… Un instante que para mí lo fue todo. Pero la gente que sufre amnesia en el corazón siente poco, hace daño y olvida rápido.
-¿Y serán felices?
-No sé si serán felices o sentirán un vacío enorme. Lo que sé es que daría lo que fuera porque mi corazón sufriera amnesia esta noche y me ayudara a olvidar.
-Bébete el café que lo estás mareando. Con tanta vuelta ha perdido la gracia. De ésta no se recupera, ¿eh? -dijo intentando cambiar de tema, y sonrió para introducir un toque de humor en el ambiente.
-Ni yo tampoco…
Y de esta forma, sentenció la conversación bebiéndose el café aguado que había estado removiendo durante minutos. Su corazón estaba como el café; aguado, frío y sin sabor. Como nunca debe estar un café ni tampoco un corazón.
ElBaúlDeLasVidas.

Las relaciones han cambiado mucho. Ya no tenemos las relaciones que comienzan a los catorce años y acaban casándose. Los tiempos cambian y entiendo que pasen varias personas por tu vida. Porque desde mi punto de vista, encontrar a alguien con quien estar a gusto, reír, llorar, sentir y que todo ello sea recíproco, es muy difícil. Pero pienso que cuando empiezas con alguien hay un porqué, algo que te dice que debes estar con esa persona independientemente de lo que tenga preparado el futuro para ti, para vosotros. Lo que no entiendo es que si algún día tu corazón dijo que tu futuro estaba con esa persona, se pase del todo al nada. Es decir, sentimos por alguien, nos sentimos bien, arropados, y cuando se termina, se termina todo. Se acaban las risas, las quedadas, los paseos, las palabras bonitas. Por terminarse se terminan hasta los saludos por la calle. Y sí, en un principio puede haber rencor, pero una vez superado… ¿Qué impide saludar a alguien con quien has compartido todo? ¿Qué impide un “¿Qué tal?” para alguien con quien has vivido momentos que siempre vas a tener en tu cabeza independientemente de que tus sentimientos hayan cambiado?

Pienso que alguna gente piensa que es porque la otra persona sigue estando enamorada o “pillada” y que le está bailando el agua. Por favor, no os creáis tan importantes que el tiempo pasa y al igual que algo viene se va. Sed más humildes porque la humildad, hoy en día, se está pasando de moda, y no me gustaría vivir en un mundo donde la palabra humildad desaparece del diccionario y de nuestra forma de ser.

Y por otro lado, pienso que hay personas que mienten. Hay personas que no saben estar solas y entonces van «enamorándose» un día de ti y mañana de quién sabe. Ese es el problema que veo ahora. De verdad que pienso que es muy difícil casarte con tu primer amor como en la época de nuestros padres, pero sí pienso que deberíamos centrarnos y no tomar los sentimientos tan a la ligera. Que todos tenemos sentimientos y todos, todos hemos sufrido por alguien. Y también habremos hecho sufrir, por supuesto. Pero hay gente que no sabe a dónde va. Gente que no tiene personalidad.

El otro día hablaba de esto con una amiga y le dije que no entendía ciertas cosas que pasaban con las personas. Su respuesta fue que no lo entendía porque yo tenía una personalidad fuerte. A lo que respondí con una mirada confusa. Como con ella no hacen falta palabras, se rio y me dijo que no lo entendía porque tenía personalidad y por eso no entendía la gente que iba y venía. La gente que cambiaba dependiendo de su entorno ni tampoco a la gente que mentía y se lavaba las manos para no sentirse culpables.

A veces me he sentido raro por no comportarme como cierta gente ni por engañar al personal. De ahí que no entienda la gente que se vende al primer postor, que “maquilla” realidades y que se va sin explicaciones. No lo entiendo porque no veo la necesidad. Porque yo no lo he hecho y espero no hacerlo nunca, aunque ya sabemos que nunca podemos decir nunca… Pero de momento puedo afirmar que no lo he hecho y que me confunde un poco algunas situaciones. Lo que me provoca es que no sepa reaccionar ante algunas cosas que me hayan pasado, pero no por miedo ni nada de eso sino porque yo no me comportaría de esa forma y no le veo la finalidad.

Por eso pienso que las relaciones ya no son lo que eran. Ya no hay amores eternos, y ya no eternos sino que ya no hay esa cosa que se respira cuando dos se quieren. Porque nos hemos convertido en conformistas, en aparentar y en “si no estoy contigo me da igual porque encontraré a alguien con quien vivir la misma mentira”. Y lo siento mucho, pero lo veo muy triste. Nunca he olvidado rápido, y aunque a veces haya querido olvidarme de personas y de sentimientos, me alegro de no ser tan «olvidadizo«. Y por ello, me llevo conmigo siempre a las personas que han entrado en mi vida y han significado algo.
¿Que he olvidado? Claro que he olvidado. Aunque la palabra no es olvidar sino cambiar. Es decir, pienso que nadie puede olvidar a nadie que haya entrado en su vida. Pienso que los sentimientos, al igual que nosotros, se transforman. Pasan a ser sentimientos de una categoría distinta. El caso es que hay gente cuyos sentimientos son iguales con diferentes personas, y ahí es cuando ves que algo no casa. Que esos no son sentimientos particulares sino generales.

Y cada persona es un mundo, y cada relación una galaxia, y cada corazón un universo entero. De ahí que sea partidario de los sentimientos particulares y no generales. Los generales pueden hacer mucho daño a personas ajenas, pero a la larga acabarán haciéndose daño a ellos mismos, pues no habrán experimentado lo que es realmente sentir por alguien especial. Por alguien particular.

No olvidemos los buenos momentos que nos han regalado aquellas personas que por X o por Y han entrado en nuestra vida de una forma temporal. No olvidemos sentir porque no concibo un mundo donde la gente está por estar. Ya sea por miedo a estar solos o por pasar el rato. No hagamos que nuestros corazones sufran amnesia de ningún tipo.
No olvidemos. Simplemente, no olvidemos.

-S.D.
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Vivimos en una sociedad de usar y tirar. No arreglamos lo que se rompe, simplemente lo tiramos y compramos otro. Nos gusta el cambio. Y lo mismo sirve para objetos como para personas.
Yo también soy de personalidad fuerte, y creo que es la mejor opción 😉
¡Un beso! Y felices Reyes.
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Pienso lo mismo… En vez de seguir, nos conformamos con lo que llega y ale, a otra cosa mariposa… Gracias por leer y por compartirlo 🙂
¡Mil gracias!
Felices Reyes y un beso enorme! 😀
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También soy de esas de personalidad fuerte. Otra cuestión es que no sabemos amar a medias. Pero mejor así. 😀
Hoy día, todo suele ser instantáneo y poca gente sabe amar a alguien que no sea así mism@.
Aunque todos tengamos que aprender a amar, creo que eso de los maquillajes de la realidad, ser consciente de quienes estamos rodeados y hasta dónde ofrecer de ti a la persona que amas es algo que nos diferencia claramente.
Un saludo.
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Exacto. A nosotros no hay quien nos pare… Que es un problema, y a veces serio. Pero la verdad es que sí, mejor así. Sólo se vive una vez y, ¿por qué reprimirnos? Muchas gracias por leer y comentar.
¡Un fuerte abrazo! 🙂
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Un abrazote. 😉
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Reblogueó esto en lorenafrndz.
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Todo ha cambiado demasiado, algunas cosas para peor y otras para mejor y desgraciadamente el amor de verdad, el que dura y no se olvida jamás es una especie en extinción.
Saludos 😉
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La verdad es que sí. Hay cosas buenas y cosas malas. Supongo que el amor cada uno lo vive de una forma diferente… Desgraciadamente hay gente que lo vive mal… Pero habrá que hacer lo que se pueda.
¡Gracias por pasarte! 😀
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