Nunca lo había hecho. Ya sabes, estar tan tarde aquí, en un parque y solo. Escribiendo cada pensamiento que pasa por mi cabeza. Parecen trenes. Uno tras otro. Y escribo todo lo rápido que puedo para que no se me escape ninguno. Y cierro los ojos y me veo a mí corriendo tras un tren. Un tren que no para. Y por más que corro, no consigo alcanzarlo. Estiro mi brazo y parece que las yemas de mis dedos vayan a rozarlo. Pero no están ni cerca. Y el viento helado sacude mi cara, ráfaga tras ráfaga. Y el aire provocado por el paso del tren arremolina mi pelo, aún más si cabe. Ya sabes, pienso en todos y pienso en mí. Y hace frío, pero llevo guantes. No quiero que las manos se me hielen y no pueda seguir escribiendo. Y sigo aquí, disfrutando el frío o pasando frío. Pero me gusta, me quedo con disfrutando aunque también lo esté pasando. Ya sabes que puedo disfrutar de algo que me hace daño. Emociones las llaman. Masoquismo, también.
También estoy escuchando música. En esta noche fría me ha dado por bandas sonoras. Sin letra.Y cada nota que entra por mi oído hace que mi cerebro la procese de tal manera que todos mis huesos parecen crujir en silencio y liberarse. Me relajo. Como yo sólo sé.
Y entonces una sonrisa tímida parece acudir a mis labios. Alzando levemente mis comisuras. Pero creo que ya se me ha olvidado sonreír. Ya no hay carcajada sino risas tímidas. Y es que cuando sonríes, los ojos sonríen y toda tu cara también. Va en conjunto. Es como un pack. Como Heidi y Pedro, como Oliver y Benji, como Chandler y Joey.
Y en mi caso, cuando sonrío, ya no aparecen arrugas en los laterales de mis ojos. Se quedan firmes, vidriosos y sin reír. ¿Se puede olvidar reír? ¿O es como montar en bici? Supongo que será un bache, ya sabes, uno de mis tantos baches. Supongo que algún día la carcajada volverá. De esas sonoras. De las mías. Pero no esta noche, que es tarde, hace frío y la gente duerme. Miro el parque y me imagino a alguien. Ya sabes, nunca me ha faltado imaginación. ¿Y qué pasaría si te llamara? Hace ya tanto tiempo… ¿Y si te viera? Supongo que me acercaría. Ya sabes, para preguntarte qué tal va todo. Poder decirte que tengo planes, pero que ando perdido. Que estoy en proceso de encontrarme o en proceso de salvación. O un poco de cada. Quisiera hablarte de todo lo que he vivido estos meses. Que quiero saber de tus planes y ver cómo ya no estamos en nuestro respectivo futuro, y que todo está bien. Que el mundo sigue girando y que el sol sigue saliendo por las mañanas. Que quiero alegrarme de tu felicidad y que tú te alegres de la mía. Ya sabes, el rencor puede irse al igual que los sentimientos, pero los recuerdos perviven en lo más hondo de nuestro ser.
Es tarde y hace frío. El parque está oscuro y cada vez me resulta más difícil escribir. Me pesan los párpados, pero sigo allí. Y pienso en las noches oscuras. Y pienso en mi cama. Qué a gusto estaría en ella ahora mismo. Tapado y tras tomar algo caliente. Ya sabes que hace frío aquí fuera, y tendré que entrar en calor. Y pienso si la gente invidente se siente sola. Ya sabes, puedo llegar a pensar cosas tontas, y puede parecer que carezco de luces como esta noche que está oscura. Pero a mí ese pensamiento me perturba. Y sonrío para mis adentros ante la estupidez, pero a la vez preocupado por la oscuridad y la soledad. Y sigo escribiendo todo esto sin saber ni siquiera cómo me siento yo. No me siento sólo a pesar de estarlo esta noche. Sin embargo, tampoco me río. Ya sabes, creo que tengo amnesia temporal. Además, es tarde y la gente duerme. Que no se te olvide. Y sigo escribiendo sin averiguar mi estado de ánimo. Escribo intentado poner orden a mis pensamientos y a su vez, a mis sentimientos. Pero por mucho que escriba, sigo igual. Ya te he dicho que los trenes van muy rápido y en ellos, van mis pensamientos. Y es que hoy, hay demasiado que plasmar. Demasiado que ordenar en una noche. Demasiado que sentir…Y cierro los ojos para sentir más de cerca el frío. Para sentir más.
Y parece que la piel de mi rostro se estira cada vez más. Es una sensación rara, pero agradable. Ya ves, yo siempre fui raro. Y paso de la carcajada al llanto. Pero creo que tampoco es llanto al igual que no es carcajada. Intento cerrar los ojos para no dejar escapar ninguna gota mientras las notas musicales siguen siendo procesadas en mi cerebro. Haciéndome sentir. Haciéndome vibrar. Pero ya no hay vuelta atrás, y las pestañas dejan paso a las primeras lágrimas. Pero en silencio, porque ya es tarde, hace frío y la gente sueña. Quiero que sigan soñando durmiendo mientras yo sueño despierto. No quiero despertarles.
Hoy me ha dado por bandas sonoras sin letra. Hoy escucho las teclas de un piano. ¿Te lo había dicho ya?
-S.D.
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