Dicen que cuando una puerta se cierra otra se abre. Dicen que la vida son dos días, que hasta el 40 de mayo no te quites el sayo. Dicen que los amores reñidos son los más queridos, que las relaciones a distancia no funcionan. Que la gente no cambia. Que con esfuerzo todo se consigue. Dicen que los tiempos cambian, que la vida pasa, que el amor no es el de antes, que todo está más agrio, más amargo. Que los besos no saben igual. Que no se sienten igual. Quizá los últimos dichos me los habré sacado de la manga, pero ¿qué pensáis? ¿Está todo como antes o del revés? ¿O ahora es cuando está del derecho y antes del revés? ¿Quién decide que los besos son más amargos que antes? ¿Quién decide lo bueno y lo malo? ¿Dónde está el límite? ¿Lo ponemos nosotros?

Nos dicen que debemos asegurarnos algo para poder volar. ¿Quién dijo eso? ¿Quién lo dice? ¿Y por qué? Se supone que debemos estudiar, conseguir trabajo. Después viene la boda independientemente de si hay amor o no. Y finalmente, los hijos. Los tiempos cambian, pero sigo viendo gente que hace eso de una forma automática y asusta un poco. ¿Dónde está el vivir nuestras vidas?
Estas semanas han sido un infierno. Entregar el TFG que me ha llevado por el camino de la amargura porque me ha costado Dios y ayuda citar toda la bibliografía que tenía entre manos. He ido con bolsas de papel que serán muy ecológicas y todo lo que tú quieras (que estoy a favor, que conste) pero que se me rompían cada dos por tres porque parecía que cada vez que salía de la biblioteca, la había vaciado entera. He tenido que ir con las bolsas cogidas con las dos manos y el portátil bajo tanto libro. Haciendo malabarismos para que nada se cayera. Y cuando terminas el trabajo, lo miras, sonriendo y orgulloso de haber sido capaz de citar en MLA todo lo que humanamente podías citar -o bueno, no tan humanamente- te das cuenta de que ha habido un error con tu título y tu tutor asignados al principio de curso y te lo han cambiado por otro. Y tu cara de gilipollas es épica. Y pasas el peor fin de semana de tu vida pensando que has estado cuatro años estudiando, que has estado haciendo ese maldito trabajo y que te ha costado mogollón. Pero bueno, que al final piensas que te lo solucionan porque no hay otra opción. Porque no ha sido mi culpa y todo eso, pero tu corazón sigue en un puño durante todo el fin de semana por ese error informático.
Keep calm, que al final lo solucionaron a tiempo para poder entregarlo. Ahora llegan los exámenes y las particulares que tengo que dar a alumnos de inglés. Y entre unas cosas y otras, se pasan los días y se pasa la vida. Y sí, quizá debes asegurarte un futuro y bla, bla, bla. Y sí, así coges experiencia y que oye, un dinerillo pa’ el bolsillo nunca viene mal. Y joder, claro que no viene mal. Y vienen los me-cago-en-todo no voy a aprobar porque no tengo tiempo para estudiar y los madre-mía-qué-liada mañana examen y yo sin saberme nada. Y después viene la graduación y claro, aún no has mirado la ropa que vas a ponerte porque has tenido tu cabeza metida en libros y los agobios de: ¿Aprobaré todo? ¿Me graduaré oficialmente este año?
Y todo eso lo llevas dentro y te callas y sonríes y todo va bien, qué digo bien, muy bien. Hasta que explotas, porque explotas, y decides ponerlo en letras porque así piensas que vas a solucionar algo cuando deberías estar estudiando. Y terminas la carrera y te preguntas: ¿Qué cojones hago yo ahora? Porque ya es hora de que te busques las castañas. De que hagas el máster y encuentres un trabajillo.
Pero a veces siento que me gustaría saber qué se siente al mandarlo todo a tomar viento. Probar el sabor a libertad. Conocer la espontaneidad y tatuármela en la piel. Llevármela conmigo de viaje. Siendo mi compañera eterna. Nos dictan muchas normas y nosotros las acatamos. Seguimos en el mismo camino. Y quizá, lo bueno está al desviarnos. Al conocer que hay más formas de vida. Infinitas. Que no todo es sota, caballo y rey. Que la baraja es inmensa y tú bailas entre las cartas. Juegas con ellas y te abandonas a su suerte. ¿Qué hay de malo en jugar a las cartas? Quizá una mano se te dé mal, pero ¿y si otra se te da bien? Es cuestión de azar. Ya sabes que es cuestión de saltar.. De echarle pelotas.

Y ojalá yo fuera más espontáneo. Y no, no me refiero a decir “yo no soy de los que hacen planes. Sobre la marcha” refiriéndote al fin de semana y acabando haciendo lo que haces semana tras semana. No hablo de boquilla sino de hechos. Del todo o nada. De marcarte faroles. De reírte de ellos. De sacar tu suerte a bailar. De perdonar su traición y seguir con ella de viaje. Que ya me harta tanta formalidad y tanta obligación. Los límites te los marcas tú. Nadie más. Tú marcas el tiempo y el ritmo en el que quieres vivir. Tú aceleras y reduces a tu antojo. Tú, tú, tú.
Y a quien no le guste que se aparte. Que ya sabes que también se dice mucho el:
«Aporta o aparta»
Quizá esté hablando demasiado y no tenga ni idea. Que a lo mejor me estoy columpiando y debo bajarme de las nubes. ¿Pero me vais a decir que nunca habéis pensado en volar y dejarlo todo atrás?
Busca la suerte haciendo lo que te gusta. La vida es demasiado corta para estar complaciendo a otros.
Complácete a ti mismo.

Abandónate al placer de la libertad. Es difícil cuando hay cosas que te atan y es fácil decir las cosas. Y sí, me cabreo y me dan ganas de dejarlo todo tal cual está. Echar a andar y au revoir. Pero supongo que habrá que construir edificios grandes para que la tormenta sea lo más suave posible y necesitemos un techo con el que ir tirando. Pero marca tu propio ritmo. Pronto se verán los frutos de todo lo andando. Y a pesar de lo que cueste, no te olvides de vivir. Nunca.
Por el momento me conformaré con silbar.
-S.D.
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Que perfecto sería el mundo si no tuviéramos que buscar dinero, si la seguridad no fuera un requisito, si volviéramos a ser nómadas guiados por instintos, conquistando risas y miradas en distintos continentes, conociendo tanta gente nueva, compartiendo nuestra vida con los demás y aprendiendo de cuanta persona desee enseñarnos. Y de nuevo esa palabra «Perfecta», siempre tiene que llegar a ese punto, esa utopía que sabemos que no existe, pero de pronto sientes algo que es simplemente correcto y natural, entonces «Perfecta» deja de ser palabra y se convierte en algo real.
Excelente post, saludos desde el otro lado del charco 😉
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Muchísimas gracias por tus palabras. Me hace muchísima ilusión que estés al otro lado leyéndome. El dinero mueve el mundo y es verdad que debemos cumplir con algunas responsabilidades para que el mundo funcione. Yo no hablo de eludirlas sino de tener cabeza a la hora de formar tu vida. No debes estar guiado por nadie ni hacer lo que le guste a la gente ni demostrar nada a nadie. Al final, si haces eso no servirá de nada. Solo valdrá lo que hayas hecho por ti y para ti. No siempre lo que dicta la sociedad es lo correcto.
¡Mil gracias por pasarte! 🙂
Un saludo.
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Que la vida te pille cumpliendo sueños (y carreras). Un abrazo 😋
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Más sueños que carreras, jajaja. Gracias por pasarte 🙂 ¡Otro abrazo para ti! 😀
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El tiempo te dará todas las respuestas.
Nueva etapa,nuevos sueños por cumplir.Disfrútalos!!!
Pd:I love David Gandy and Coldplay 😉
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Sí! Todo es cuestión de tiempo! Lo disfrutaré al máximo 🙂 Muchas gracias por pasarte, Ana! 😀
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