-¿Nunca te han hablado de Morfeo? –dije, mirándolo a los ojos e intentando inventarme una historia para que cayera en los sueños del mismo dios.
-No… -dijo con una voz inocente. Inocente por su edad, por ser un niño. Sin experiencia, con mucha imaginación y los ojos brillantes.
-Pues ahora sabrás quién es –dije ahuecándole la almohada-. Morfeo es el dios de los sueños. Para mí, el más poderoso de ellos.
-¿Por qué? ¿Por qué el más poderoso? –preguntó tirándome de la camisa.
-Porque es capaz de transportarte a otro mundo sin ni siquiera moverte del sitio. Se introduce en tu cabecita y deja volar la imaginación. Es capaz de convertirse en lo que tú más deseas. Te hará volar si quieres volar y te hará feliz si quieres serlo. Te hará olvidar el daño… -dije poniendo mi mano en su corazón– y te curará.
-¿Y qué más? –su voz estaba llena de emoción y se le oía una respiración entrecortada.
–Y te hará soñar, hijo, te hará soñar…
ElBaúlDeLasVidas.

Estos días están siendo un poco contradictorios. No sé si serán los exámenes o qué, pero en un día puedo haber sentido mil emociones distintas y haber dicho cosas totalmente opuestas.
¿Bipolaridad?
Quién sabe…
Ya he dicho que viene una época de cambios y decisiones importantes, y se está haciendo de rogar. Las ganas de conseguir todo lo que quiero, de hacer cosas y de ver resultados me impiden conciliar el sueño, que no los sueños. Mi mente es un motor en movimiento que no se agota ni se rompe. Y para añadir más hierro al asunto, el otro día me puse a mirar fotografías de cuando era pequeño. Y me vi por una vez payaso. Ya sabéis, alegre, divertido y echo de menos esa parte. Esa parte de inocencia, de picardía, de transparencia. De no tomar decisiones, de correr, saltar, llorar, reír. De desperezarme después de una buena siesta. De andar desnudo con una gorra en la cabeza y ser el rey del mambo.

Y es que no paro de pensar en muchas cosas. No puedo concentrarme del todo en lo que debería ahora de todo lo que siento en estos momentos. Estoy dando pasos pequeños, diminutos diría, pero en mi corazón son pasos agigantados. Y mi pecho está lleno. A veces hasta me ahoga la emoción y tengo que parar unos minutos a controlar la respiración. Y para muchos es una tontería todo lo que escribo aquí, todo lo que siento y todo lo que quiero hacer con todo esto, pero me da igual. Me da igual porque yo decido lo que para mí es una tontería. Porque el dueño de mi vida soy yo y nadie más. Ni lo fue ni lo es ni lo será.

Hoy he estado pensando con quién congeniaría Morfeo y pienso que haría muy buena pareja con Esperanza. No cualquier Esperanza sino con La Esperanza. La única e irremplazable Esperanza. La elegante. La que a todos nos ha dejado en vilo alguna que otra noche. Soñando despiertos. A la que muchas veces han pisoteado por alguna causa amorosa, laboral o estudiantil… A la que nos aferramos con fuerza cueste lo que cueste y duela lo que duela. A la que, creo, nunca dejamos ir del todo, y la que nunca se marcha. Porque siempre, aunque sea en nuestro fondo, fondo pensamos y queremos por encima de todo que todo salga bien.

Y es que en la noche más oscura puede aparecer un rayo de sol.
Sí, un rayo de sol por la noche.
Asombroso, ¿verdad?
Algo que se cuele sin preaviso y que llegue a asustar un poco.
Qué maravilloso sería sentirte en una noche lluviosa y fría. Un misterio del que sólo fueran testigos mis ojos. Tan abiertos como platos ante tal locura. Qué rayo tan bonito y qué extraño sería para la noche oscura. Aunque oscura o no… Ya es raro un rayo de sol por la noche. Y la oscuridad le temería. Hasta yo le temería, pero el calor que desprendería, me atraería poco a poco. Me lo imagino y puedo respirar. Ahí es cuando sabría que todo puede salir bien, que el rayo me acompañaría a donde fuera para repeler la oscuridad que me rodea. Y podría decirle que fue como una melodía de ritmo alegre. Como una canción que te hace saltar. Aquello que protegía mis sueños y espantaba mis miedos.
¿Sabéis quién era el rayo de sol?
Era la esperanza.
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Algo que existe, pero de la que muchas veces nos olvidamos. Esperanza. Hasta el nombre es bonito. A veces nos falta esa chispa de esperanza para poder seguir adelante. Por no decir la mayoría de veces… Y es que debemos cultivar la esperanza como si de una planta se tratara. Una planta frágil a la que hay que darle agua, mimos y ponerla al sol para que reciba los rayos nutritivos de éste.

La planta se alimentará y crecerá. Se pondrá de un color intenso. Se hará bella. Y lo mismo debemos hacer nosotros. Esperanza siempre hay en nuestro interior. Esperanza por realizar nuestros objetivos, por romper la cinta de esa meta a la que tanto nos ha costado llegar. Esperanza por encontrar nuestra otra horma. Sentir que podemos no es ser egocéntrico. Es de ser optimista. Es de saber que valemos para todo. Es saber que nadie nos tiene que decir qué podemos hacer y qué no. Es saber y hacer saber que no somos marionetas y que nadie nos puede chafar ni menospreciar. Esperanza por todo lo que queremos y luchamos por conseguir.
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Que así sea…

Quería contar que el otro día tuve un sueño bastante raro. Llegué a casa de trabajar y estaba demasiado cansado. Entre los finales y el trabajo acabo rendido y lo único que me apetece es quedarme en casa bajo la manta con un buen libro y echando una cabezada. Cabezada que la mayoría de veces se me va de la manos…
En el sueño estaba yo en mi casa. Tal cual estaba en ese preciso momento. En el sofá, de lado y con las piernas flexionadas. Tapado con una manta azul y durmiendo. Era raro porque podía ver lo que estaba pasando, pero a la vez estaba dormido. ¡Qué cosas tienen los sueños! Entonces, de repente una mano se acercaba a mi brazo. Una mano grande. La de un hombre -aún seguía durmiendo, pero visualizándolo todo- y cuando su mano me alcanzó, me dijo:
«Ahora»
Y en ese momento el corazón se me encogió y parecía que alguien había conseguido cogerlo y apretarlo. Ahí me desperté con el corazón en un puño y con la respiración agitada. Me desperté del susto. Y luego estuve reflexionando sobre el sueño.
¿Ahora?
¿Ahora qué?
¿Tendrá algún significado o le doy muchas vueltas?
¿Un sueño sin más o un sueño con algo más?
He pensado que quizá mi subconsciente está tratando de decirme que es el AHORA. Que es el ahora de vivir, de empezar a moverme e intentar luchar. Es el AHORA de ser feliz. Es el «click» que tanto tiempo estaba buscando para saltar al vacío sin paracaídas y empezar a vivir aventuras. Es el ahora de vivir mis sueños. Es el ahora de dejar el soñar al margen y empezar a cumplir. O quizá, sea solo un sueño, pero creo que los sueños tienen un significado. Porque actúan dependiendo de tu estado de ánimo y de tus pensamientos. Pienso que los sueños intentan comunicar algo que quieres, pero de lo que aún no te has dado cuenta. Pienso que es el empujón que tu mente te da para decirte que da el visto bueno a lo que demonios quieras hacer. Para que no pierdas la esperanza ni te rindas. Para que continúes.

Y entonces me puse a pensar que qué mejor pareja para Esperanza que Morfeo, ¿no?
El soñador y la optimista. Dime quién podría pararte juntando a la pareja del año en tu interior. Dime quién no quiere soñadores con esperanza. Dime si eso no provocaría la valentía que hay que tener para saber que tú eres mucho más. Para saber que eres capaz de millones de cosas que nadie aún ha visto. Dime si podrían pararte cuando Morfeo y Esperanza decidan unir fuerzas. Porque ya no es que sea importante soñar, pues soñar y quedarte con los brazos cruzados no sirve de nada. Morfeo y Esperanza aumentan la familia con Valentía.
Adivina quién es Valentía…
Tú eres VALENTÍA. Y el ahora ha llegado.
¿Qué haces que sigues leyendo?
¿No tienes sueños que cumplir?
¡VAMOS!

-S.D.
Sígueme en:
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Me temo que soy como tú, analizo mis sueños e intento encontrarles un significado. Cuando era más joven recuerdo que soñaba muchísimo y ahora o no sueño o no me acuerdo de ellos. Será que no tienen nada que decirme? En fin, que es AHORA cuando tienes que cumplir tus deseos que luego también podrás pero ya será diferente porque te atarán las obligaciones, el trabajo, la pareja…yo no tengo excusa para no cumplirlos, lo sé. Pero creeme es más complicado.
Así que ahora toca ser valiente 😉 un abrazo!
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¡Nunca es tarde! Es cuestión de pensarlo y hacerlo independientemente de la edad. Unas veces te costará más y otras menos, pero la cuestión es seguir 🙂
¡Un abrazo enorme!
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Lo mejor que te puede pasar es que te sientas dueño de tu vida y que tengas esas ganas de comerte el mundo. Ya vendrán los resultados, tú trabaja en ellos y disfruta mientras. No dejes que nadie ahogue tus sueños, ni tú mismo. ¡A por ellos!
Feliz semana 😉
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¡Pues sí! Vendrán resultados malos, pero en nuestras manos están que no sean los definitivos. ¡Muchas gracias!
¡Un besazo e igualmente! 😀
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Te he nominado al Versatile Blogger Adward.
Aquí te dejo el enlace.
Un besito enorme.
https://writeinmyskin.wordpress.com/2016/01/27/the-versatile-blogger-award/
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